Nos desplazamos unos 30 kilómetros al sur para acudir a nuestra cita con Manuel en Caminomorisco, población que previamente fue conocida como Las Calabazas, y que debe su actual nombre al hecho de haber sido paso obligado para los moriscos expulsados desde el sur a Las Batuecas salmantinas.
Llegamos aquí para conocer mejor cómo era la vida de las gentes de la comarca en el siglo pasado y visitando las alquerías junto a nuestro cicerone hurdano, Manuel Marcos González, de Sabores Hurdanos.
Nos encontramos con unas casas completamente mimetizadas con el paisaje. Y para comprender mejor cómo vivían los habitantes de esos hogares, nos proponen una experiencia diferente al calor de la chimenea: el serano.
Testimonios de toda una vida en este corrillo de historias sobre antiguas costumbres, el trabajo en el campo o emocionantes recuerdos contados con nostalgia y humor. Y donde, por supuesto, también hay hueco para el amor…