La dehesa extremeña siempre ha dado grandes trofeos de ciervo ibérico, pero son pocas las fincas que consiguen tener venados con altas puntuaciones, porque para llegar a ser excelentes tienen que tener circunstancias favorables, complejas y costosas.
La base para tener un gran trofeo, está en el cruce de un macho con cuernas de gran envergadura, con una cierva joven y sana, que determinen que sus genes son apropiados para llegar a ese objetivo. A veces, se valora más la calidad de la cierva que la del macho que las cubre para tener mejores genes.
Otro factor importante es que el parto sea en la mejor época del año, donde el campo puede dar a esa cierva una alimentación rica en proteínas y calcio, para dar a la cría la mejor leche posible.
Los cuidados sanitarios son fundamentales sobre todo desde que nacen y son crías, hasta que son varetos y tienen su primera cabeza, cualquier pequeña enfermedad afectará a su trofeo en el futuro por lo que hay que tenerlos desparasitados y vigilados.