Febrero arde en Cáceres con sus peleles

El origen de esta figura que fue recuperada por la Universidad Popular hace unos treinta años está relacionado con el gremio de las lavanderas, que trabajaban todos los días del año excepto uno. Durante febrero, el mes más frío del año, confeccionaban un muñeco caricaturesco con el que representaban al duro mes y le dedicaban coplillas con las que les solían decir: "Eres más feo que un febrero". Además, también recoge la tradición que con el tiempo hubiese un títere mujer, la Febrera. A final de mes, los paseaban en procesión mientras los insultaban, los quemaban y organizaban una merienda con viandas. En la capital cacereña, los barrios confeccionan su propio Febrero para quemarlo a la semana siguiente. El Pelele no debe superar el metro y veinte, su interior está relleno de paja salvo la cabeza, que deja opción a la originalidad con el papel maché y también hojas de periódico. Cuanto más imposible sea la combinación de prendas y colores, mejor.