La danza ha estado presente en nuestras vidas desde tiempos inmemoriales. Nace en la prehistoria no tanto con un uso artístico sino como ritual: danzar para atraer lluvias o fertilidad para sus tierras. En Extremadura tenemos un patrimonio cultural al alcance de muy pocas regiones. Según datos de la Federación Extremeña de Folklore, en la provincia de Badajoz disponemos de 27 grupos de coros y danzas; y 30 grupos federados en la provincia de Cáceres. Además, tenemos más de 10 tipos de danzas: del ramo, de diablucos, de paloteo, de pastores, alabarderas, de cintas, del pandero y del tablero, entre otras muchas. En una tierra tan extensa como la nuestra, bordeada por diferentes comunidades y por el país portugués, encontramos bastantes diferencias entre las danzas de la provincia de Cáceres y las pacenses. Los danzantes suelen estar presentes en fiestas y celebraciones populares, pero hay algunos que son de especial interés: los danzantes de la Octava del Corpus de Peñalsordo; los que bailan al ritmo del pelotero en Los Negritos de San Blas; los danzantes con el clavel blanco en la boca durante la celebración del Corpus en Fuentes de León; los danzantes de Garbayuela durante San Blas; o los de Peloche, por San Antón, que han recibido este año la declaración de Bien de Interés Cultural. Y como la tradición no está reñida con la evolución, este 2023, María Dolores ha sido la primera mujer en bailar esta danza que cuenta con más de 300 años de historia. Al baile lo acompañan las castañuelas, el tamboril, la flauta y palos. Los cuatro pilares del folklore extremeño.
Los danzantes extremeños: patrimonio cultural de nuestra región
Lunes, 29 Mayo 2023