¡No hay edad para convertirse en grandes amigas!

¿Quién dijo que no era posible una amistad con tanta diferencia de edad? La organización Grandes Amigos lucha por paliar la soledad en los mayores, tanto de aquellos que viven en sus domicilios como los que están en residencias. Nuestra protagonista se llama Rosa y tiene 76 años. Rosa es de Ávila y llegó a Extremadura por su marido, que es de Solana de los Barros. En la Residencia Santa Isabel de Trujillo vive feliz y más, desde que tiene unas amistades nuevas. Son mucho más jóvenes que ellas, son Sonia y Guadalupe. A las tres les encanta estar juntas y contar anécdotas, jugar a juegos de mesa, salir a merendar, pasear o estar en silencio juntas. Aprenden las unas de las otras y ahora son grandes amigas.