"Algo va a cambiar" es el grito de guerra de la revolución anticapacitista del proyecto "Aspace revolution" . Empezó en octubre de 2022. La lideran 15 personas con y sin discapacidad, y la alienta Quercus Morales. Es experte en teatro social y el encargade de dinamizar el proyecto que Sogiba desarrolla en Aspace Cáceres.
Quercus, que bucea con naturalidad entre todo tipo de diversidades, además, las celebra. Las hace gozar. Y es entonces cuando la experiencia se transforma en un espacio-tiempo seguro.
En casa sesión Quercus propone herramientas del conocido como teatro del oprimido, una forma de entender el teatro que ayuda a sus protagonistas a tomar conciencia de las situaciones de opresión que sufren para transformarlas. Un teatro que interpela al público y lo convierte en un especat-actor, con capacidad de intervención en los conflictos que se plantean. Y no son pocos: La infantilización, la sobreprotección, la discriminación, las barreras arquitectónicas, la educación no inclusiva...
Con todo ello han gestado las siete escenas de la obra "Algo va a cambiar". A lo que podría añadirse, "ya ha cambiado", "ya está cambiando". Incluso antes del estreno. Una punta del iceberg que no eclipsa el valor del camino recorrido.
Porque cada ensayo abre en canal en sus protagonistas la herida de su discriminación sistemática, su falta de accesibilidad, su falta intimidad, de respeto a la identidad.
Porque les enfrenta a la dificultad de marcar límites a la sociedad, y mucho más al entorno cercano, de señalar que la discapacidad no es propia sino del sistema que no les ve, que no les reconoce como sujetos de derechos. Un sistema que les obliga a transitar su vida, exhaustos, intentando sin suerte "ser otro", "ser normal".
Cada ensayo interioriza ese dolor, particular en cada persona y al mismo tiempo, un dolor de todos, de todas, de todes. Hasta que, a veces, en el acuerpamiento de la experiencia teatral, lo trascienden, y lo desafían.
Y es entonces, en ese vuelo lento pero firme, cuando brota el empoderamiento. Y se confirma que ensayar la revolución, es también conquistarla.