Esta es la historia de Juanjo. Y de un perro llamado Sony. De Juanjo y Sony.
O más bien de como con su adopción, Sony puso la vida "patas arriba a Juanjo".
Y de paso a Barbas, un Drahtaar revoltoso al que no se pudo resistir cuando lo encontró abandonado en su barrio.
Lo acogió, pero como no podía adoptarlo, Juanjo lo llevó al Centro Zoosanitario de Mérida, donde ya no se sacrifica a los animales pasados 21 días de su llegada.
Gracias a Barbas conocimos a casi medio centenar de perros que salen de sus cheniles gracias a los paseos solidarios que desde hace diez años ofrece el voluntariado del "Batallón Perruno", en concreto los martes, jueves y los domingos.
Paseandos con ellos y ellas bajo la lluvia nos topamos con mil anécdotas repletas "amor perruno", charcos, "perros locutores" y un atardecer precioso.
También descubrimos la importancia de esos paseos que ayudan a socializar a los animales y a conocerlos bien para facilitar acogidas y adopciones exitosas. Y más tras los frecuentes abandonos que sigue acumulando el mes de febrero.
Compartida la tarde nuestra compañera Ana Gragera volvió a la radio con el micrófono lleno de pelos, lametazos. Y el corazón, de amor del bueno.