Criterio y Raúl iniciaron hace tres años un proyecto de intervención social que se materializa en talleres de hip hop dirigidos a jóvenes en riesgo de exclusión social y con problemas de conducta. A través de sus sesiones conectan con ellos, canalizan su frustración y les ayudan a convertirla en creatividad.
Ana Gragera se suma al desarrollo de uno de esos talleres en AFAVAL, en Mérida, que cuenta con el único centro terapéutico de Extremadura especializado en el tratamiento de adicciones en menores, cada vez con más presencia de jóvenes con adicciones sin sustancia (a pantallas).
La charla con los creadores del taller, con el equipo técnico de AFAVAL, con usuarios y familiares fluye entre improvisaciones, rapeos, silencios y altas dosis sinceridad.
Por cierto, que también se cuela el canto (y el cuento) del colibrí. Un ser minúsculo, concentrado siempre en ejercer del mejor modo su labor y que con su pico pequeño vuela liviano, ajeno a la enormidad de los retos que enfrenta.
Una hermosa metáfora que reflejan en su hacer cada día los miembros de la Asociación de Familias Valientes, AFAVAL.