Un grupo de representantes del Congreso Nacional Indígena y de Frayba, el centro de derechos humanos Fray Bartolomé de las Casas, ambos colectivos mexicanos, han pasado por Extremadura hace unos pocos días.
De la mano de Cristina Leal, miembro de Caracol Extremadura, colectivo que les recibió en la región y les acompañó a su paso por Badajoz, Mérida, Cáceres y Jarandilla, compartimos conversación con Anselma Margarito de CNI y con Ana Claudia Ávila, de Frayba.
Con ellas entendemos los paralelismos que conectan algunos proyectos en Chiapas y en Extremadura. Y se hace un silencio.
Al escucharlas, contemplamos el valor de la lucha colectiva, la defensa de la naturaleza y de los territorios. Hasta límites sobrecogedores.
Como que se le ponga precio a la vida de quienes lo hacen. Y sigan en lucha.
Como que asesinen a un compañero, en plena gira, y, lejos de flaquear, sus compañeras canalicen todo ese dolor para denunciar, con más contundencia aun, las violencias "normalizadas" en la zona.
Juntas sentimos la resistencia y entendemos el valor de la solidaridad internacional.
Esa ternura de los pueblos.