Lola Dorado es la presidenta de la Asociación ELA Extremadura, enfermedad que padece y conoce bien. Harta de ver personas viviendo situaciones límite que solo quieren morir por no poder costearse los medios para una mejor calidad de vida, su objetivo conseguir que el Congreso apruebe una ley que ampare a enfermos y familiares porque "A pesar de la ELA, se puede ser feliz".
Se considera enfermedad rara a pesar de ser a estas alturas mucho más conocida gracias a personas como Lola, y asociaciones. Una enfermedad degenerativa que necesita investigación y fondos. "No podemos consentir que haya enfermos que quieran morir para no ser carga para su familia (...) la ELA no debe entender de ideologías o ojalá se tiña todo de verde y que personas que solo pueden mover los ojos, quieran seguir viviendo"