En 1870 el abuelo de estas protagonistas comenzó con el sueño de comercializar vino. Por aquel entonces hacía de manera tradicional vino de pitarra. El primer testigo lo recogió su hijo, fue quien continuó el negocio abriendo nuevos mercados introduciendo más variedades de uva. Hoy son ellas, Carolina y Mercedes, hijas y nietas de quiénes empezaron y desarrollaron esta aventura entre viñas, las que llevan un negocio familiar, pero que ha sido tradicionalmente de hombres.
Hablamos de la bodega Ruiz Torres, ubicada en Cañamero. Ha sido galardonada en varias ocasiones y conquista paladares en el extranjero desde los años ' 80 y que llega a países como Taiwan, Corea, China o Japón. 11.000 metros cuadrados de vanguardia y tradición familiar.