Es Rosario Camisón Ripado que con 89 añazos nos recibe así de rechula, guapa y con sonrisa contagiosa en San Vicente de Alcántara. La descubrimos en plena pandemia cuando se puso capa y mascarilla y defendió Extremadura hasta el infinito y más allá desde las redes. Porque ser extremeña es "de las cosas de las que más orgullosa me siento en la vida".
A "La Rosario" el empujoncillo se lo dio su nieto, Gonzalo Mirón, compañero en mil batallas "mi nieto es muy bueno para mí, aunque a veces también discutimos un poquito, pero bueno... cosas de familia". Como buena "influencer" sabe decir las cosas con contundencia, pero sin agraviar ni perder la sonrisa y ha terminado enamorándonos a todos ¿Qué será lo próximo? Mientras llega, descubrimos el corazoncito de Wonder Woman en la sonrisa infinita de nuestra paisana de los "likes".