Adolfo Díaz tiene una explotación ganadera en Cheles (Badajoz) afectada por la lengua azul. Ocho ovejas ya han muerto y más de veinticinco están "moribundas".
"De los borregos que tenían que nacer ahora, casi ninguno vive", asegura. Añade que la prioridad es "cortar donde está el foco, indemnizar a los afectados y que esto no se extienda" para salvar la campaña de Navidad. "Hay que cortar esto para que los corderos puedan salir en noviembre y diciembre; hay que atajarlo en la zona oeste, que es la más afectada por el (serotipo) 3".
En ese sentido, indica que la movilidad dentro de Extremadura "no vale para nada" porque la mayor parte de los animales se venden fuera. En su caso, tiene previsto vender unos 1.000 corderos en La Rioja.