Cualquier niño, niña o adolescente puede ser víctima de acoso escolar. No existe un perfil determinado ni de víctima ni de acosador o acosadora. El proceso de BULLING, en inglés, suele desencadenarse cuando se pone a una chica o a un chico en el foco de atención del resto del grupo y otro compañero le maltrata física o psicológicamente. El acoso escolar no es un juego entre escolares. Es algo muy serio que puede marcar a un niño para toda la vida, e incluso inducirle al suicidio.
Así de contundente se muestra Javier García, psicólogo y orientador en un centro educativo en Cáceres. Forma parte de AEPAE. La Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar. Una entidad no gubernamental sin ánimo de lucro, formada por profesionales de distintos ámbitos: psicología, pedagogía, educación social, abogacía y, por supuesto, madres y padres de víctimas de acoso escolar.
Es la fundadora e impulsora del Plan Nacional contra el Acoso Escolar. Una necesidad urgente en nuestro sistema educativo, apunta García, que AEPAE acomete desde la sociedad civil, con la intención de mejorar la convivencia en los centros educativos y combatir el acoso escolar en todas sus manifestaciones. Y más ahora, con el uso indiscriminado de dispositivos electrónico y redes sociales. El fenómeno ha traspasado las relaciones cara a cara para trasladarse a Internet, bien como herramienta de refuerzo de lo ya ocurrido en las aulas o como acoso realizado de forma anónima. Herramientas de uso cotidiano como Facebook o Instagran, que se han convertido en algunos casos para insultar, ridiculizar y amenazar
Los protocolos de sensibilización, prevención y atención también están enfocados, obviamente, a las familias. Madres y o padres que sufren el acoso que están viviendo sus hijos e hijas pero también va dirigido a las familias de los acosadores. Y con un objetivo claro: se expone lo que ocurre, pero no se estigmatiza, ni a quien acosa, ni a quien es acosado. Sobre todo, en las etapas más tempranos. No estigmatizar es clave: tanto para quienes lo sufren, como para quien acosa. Para ello existen herramientas asertivas y cursos de resolución de conflictos
Lo que debemos ser consciente, insiste García, es que el acoso no puede considerarse 'cosas normales de la edad'... que cualquiera puede ser acosado o acosar... que no depende de la personalidad... que no siempre es físico... y que las nuevas tecnologías influyen y lo magnifican. Un problema social que tenemos que resolver entre todos y que, en la educación, está la clave.