Estaba ya asegurado tras ganar en Barcelona pero desde el club se tiraba de cautela por la remota posibilidad de múltiples empates que dejaban una puerta abierta a la incertidumbre. Esa puerta se cerraba definitivamente el sábado con la victoria ante Ponce Valladolid. A 5 jornadas del final, el Miralvalle aseguraba su presencia en la fase de ascenso a Liga Femenina Challenge y lograba un dato digno de destacar: las 3 temporadas que ha jugado en LF2 ha conseguido meterse en la liguilla final.
El equipo tiene ahora 5 jornadas por delante y 6 semanas para pensar, principalmente, en los partidos que podrían permitirle jugar en LFC la próxima temporada. Lo primero será viajar a Girona para acabar con los 3 desplazamientos casi consecutivos que las placentinas han tenido que realizar a Cataluña. Esa es una de las partes a considerar de cara a prepararse físicamente para el tramo decisivo de competición. El otro objetivo es poder rotar más minutos y dar descanso a las jugadoras principales. En principio, será factible una vez que Maira Horford ya está recupera del esguince de tobillo que la impidió jugar el sábado.