El pistacho va abriéndose paso en la región, en el norte como en el sur, pues requiere ciertas horas de frío y también de calor además de riego de apoyo, pero su crecimiento no está siendo tan exponencial como el del almendro. La razón es que requiere una importante inversión durante unos 7 años. Es el tiempo que tarda en dar su primera cosecha notable.
Su precio es interesante para el agricultor, pero el beneficio sería mayor si todo el valor añadido del proceso se quedase en Extremadura. Son las reflexiones que nos ha dejado Ana Pulido, de Pistajara, la empresa de Jaraicejo pionera en la introducción de este fruto seco en nuestra comunidad. En este 2023 hay en nuestro territorio unas 2.600 hectáreas de pistachos y una asociación, Propistaex, constituida por 131 socios.