Marta Calamonte, un ciclo dorado.
Dormir en la villa olímpica, pisar el tapiz de unos Juegos, compartir la mayor experiencia deportiva del planeta con deportistas de todos los países del mundo, con las estrellas más mediáticas del momento... Es un sueño que puede repetirse pero que es difícil de conseguir. Toda una carrera dedicada para ese momento. Y esa carrera puede durar años o centrarse en un periodo muy concreto de tu vida. Es el caso de Marta Calamonte. Lleva toda su vida dedicada a la gimnasia, ya sea como deportista de base o como entrenadora, pero su currículum tiene 4 años excelsos en los que alcanzó la máxima cota, acudió a citas inigualables. Toda la emoción, concentrada en 4 años, en el ciclo olímpico que va desde 1996 hasta 2000, que la llevó a proclamarse campeona del mundo, colgarse una medalla de plata mundial y que acabó en Sidney, allí donde decidió colgar las punteras.