El Cacereño piensa en subir. Este año no era el objetivo, pero ha estado cerca. El equipo estuvo a un gol de la final y todavía quedan en la memoria esa parada de Joanna en la recta final o el balón al larguero en el último minuto, aunque, en cierto modo, el club saca algo positivo de quedarse en Primera Federación.
El salto de primera Federación a Liga F es muy alto y habría que crecer en personal, plantilla, estructura y campo en demasiado poco tiempo. El proyecto es a largo plazo y el Cacereño mira a esa Liga F pero en un plazo de 1-2 años para que sea sostenible y perdurable.
Ernesto Sánchez se marca como reto personal conseguir ese objetivo en dos temporadas como mucho y espera contar con el apoyo del club en ese camino.
La renovación aún no es efectiva, no está cerrada, pero se da por hecha. Es más, Sánchez descarta fichar por un equipo de superior otra categoría que busca un técnico y no alguien, como su caso en Cáceres, que haga también las labores de director deportivo.
La firma queda aparcada porque ahora, comienza la temporada de fútbol playa con la primera concentración este fin de semana y la segunda jornada dentro de 7 días en el nuevo campo de fútbol playa de Cáceres.