Todo apunta a que este otoño en nuestra región la temporada de castañas será más corta, pero los frutos tendrían un mayor calibre. Es lo que indica el sector que en la Extremadura recoge unos 4.5 millones de kilos, sobre todo en el Jerte y Las Villuercas, en donde se concentraría más de la mitad de esa cifra. El intenso calor las dañaría pues se quedan pegadas en su zurrón o "erizo". Al menos, por suerte, la "avispilla" no ha llegado a la zona de Guadalupe.
Un descenso de la oferta, que coincide con una bajada del consumo debido al alza de los precios por la subida de los insumos. Al menos, la Navidad y otros usos de la castaña minimizan esta circunstancia. Productores y comercializadores confían en estos días y celebraciones de Todos Los Santos pues es cuando más ventas realizan, pero de cara al futuro, se mira al secado de la castaña como una herramienta para incorporar valor añadido al proceso.