Premio Nacional de Ensayo, filósofo y autor teatral entre otras muchas cosas, hoy hemos charlado tranquilamente de teatro, de democracia, de ejemplaridad y de Extremadura con Javier Gomá. Inmerso como está ahora en su faceta de escritor de teatro, reconoce que no estaría mal poder formar parte de la programación del Festival de Teatro de Mérida en el futuro. Al margen de esto, durante la conversación hemos ido hablando de ejemplaridad, de los modelos sociales, de por qué hablamos de una sociedad infantilizada, de cómo mira al futuro y de la novela que está preparando sobre educación.
También he hemos pedido que reflexione sobre la democracia y sus imperfecciones. Para Gomá, la democracia necesita educación y perspectiva histórica para valorar las conquistas adquiridas por contraposición por lo vivido en milenios anteriores. "Vivir en democracia puede, a veces, generarle a un corazón no educado expectativas que esperan resuelva la propia democracia, como ser feliz; o que los poderes públicos den prestaciones. ¿Qué pasa? Que cuando las expectativas no se cumplen, se culpa a la democracia sin ser conscientes del éxito, que a mi modo de ver, represanta la democracia parlamentaria a pesar de sus imperfecciones. En cambio, un corazón educado busca satisfacer esas expectativas por sí mismo".