La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género y el sindicato Comisiones Obreras han presentado el informe “Acoso sexual y acoso por razón de sexo en el ámbito laboral en España”. Un estudio elaborado a nivel nacional con preguntas a más de 1.100 mujeres trabajadoras
Una de las primeras y más importantes conclusiones que pone sobre la mesa este informe es que no hay un perfil predeterminado de víctima, pero sí algunas tienen más riesgos que otras: mujeres jóvenes, sin pareja y en situación económica precaria. Así lo explicaba en la presentación del informe Elena Blasco, secretaria confederal de Mujeres e Igualdad de Comisiones, que apuntaba otro dato muy significativo: la inmensa mayoría de las mujeres que han sufrido este acoso, un 70% NO lo ha denunciado. Son 7 de cada 10 mujeres ¿el motivo? el miedo a no ser creídas y a posibles represalias... y también la vergüenza por haber sido acosadas...
Beatriz Blanco, secretaria de la Mujer en Comisiones Obreras Extremadura puntualiza además el ambiente sexista que sigue habiendo en muchas empresas, tanto de la región como del resto del país. Y porque no hay conciencia empresarial aún sobre este problema y poder defender a las mujeres víctimas de acoso sexual en el trabajo.
Y más datos que arroja este informe. El 88% de las mujeres víctimas de acoso sexual no cogió ningún tipo de baja, pese a que se manifiestan alteraciones de la salud psicológica vinculadas con el estrés. Entre ellas, traumas emocionales, ansiedad, depresión y también estados de nerviosismo y sentimientos de baja autoestima.
Se han notificado además, trastornos de la salud física, como los relativos al sueño, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales o hipertensión, entre otros.
El perfil del acosador, según el informe presentado, habla de que casi la mitad de las mujeres han sido acosadas por sus superiores jerárquicos, en algo más de un 30% por sus propios compañeros, y el 20 % restante, hombres externos a la propia empresa.
Todas coinciden en que el agresor es un varón con un conjunto de creencias y actitudes marcadamente sexistas. La delegada del gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rossell, ponía voz a uno de los muchos testimonios que ha recogido este informe: "He sufrido comentarios sobre mi culo y mi peso o la falta de él... y uno de los jefes, quien me llamaba 'rubia peligrosa' me dijo que el jefe que me hacía 'mobbing' me trataría mejor si le practicase sexo oral. Siempre entre risas. Y no por ello, menos desagradable".
Miradas lascivas, frases machistas a modo de chiste o gracieta, comentarios sobre la apariencia física, comentarios relacionados con fantasías o preferencias sexuales, difusión de rumores sobre la vida sexual, presiones para concertar citas o actividades lúdicas fuera del ámbito del trabajo, gestos obscenos o silbidos y contactos físicos no deseados, aunque sean 'sin querer'. Toda una retahíla de situaciones de acoso que viven las mujeres diariamente y que, parece, poco a poco van desapareciendo, aunque todavía queda mucho camino por recorrer....