Mutilación genital Femenina: "Salvar a una niña es salvar a una generación"
Jueves, 5 Diciembre 2024

 

Asha, significa "esperanza".


Y Asha Ismail, esperanza transformadora, si nos permiten la licencia. Y la evidencia.

 

A los 5 años, en un pueblo entre  Kenia y Etiopía, en el rito de paso de la infancia a la adolescencia le practicaron la Mutilación Genital Femenina. Sin higiene. Sin anestesia. Y con un dolor que la ha acompañado toda su vida, también como superviviente a un matrimonio forzoso.

Fue madre. Lloró cuando supo que su criatura era una niña. Y de ese dolor intensamente acumulado, sacó la fortaleza para hacer de la lucha contra la mutilación genital femenina y los matrimonios forzosos, su lucha. Todo bajo un precepto: Salvar a una niña, es salvar a una generación, que da nombre a la ONG que fundó en 2007, Save a girl, save a generation.https://www.saveagirlsaveageneration.org/en/home/ )

Aprovechando el paso de Asha Ismail por Extremadura, el próximo día 11 de Diciembre en el seminario "Mujeres en pie contra el matrimonio forzoso y la mutilación genital femenina" en el Hospital Centro Vivo de Badajoz (17:30 horas) de la mano de Adhex, conversamos con ella y con la presidenta de Adhex, Flor Fondón.

Nos hablan de una tradición que jamás ha estado avalada en textos religiosos , que recorre el mundo desde Oriente próximo, Asia, Sudamérica o África, bajo un criterio único:  "controlar el cuerpo y el placer femeninos".

Apoyadas en el periodismo constructivo que denuncia realidades violentas, pero que sobre todo persigue encontrar propuestas para  erradicarlas, nuestras invitadas abordan las distintas líneas para acabar con esta práctica en el mundo entero.

En Extremadura, por ejemplo, conocemos como funciona el protocolo para la prevención. Se creó en 2017, y ahora Adhex sensibiliza a sanitarios y sanitarias extremeños para que lo conozcan. Es fundamental que lo interioricen para activar alertas cuando sea necesario.

En los lugares donde se practica la mutilacion genital femenina o los matrimonios forzosos, con la labor de ONGs como "Save a girl, save a generation":

Con  tesón para transformar la tradición que da paso a la vida adulta de las niñas en un rito que no incluya lesión alguna sobre sus cuerpos.

Con legislación acompañada de sensibilización (sin ella jamás funciona)

Con apoyos a los movimientos de mujeres que rompen la dinámica del riesgo a ser repudiadas por el resto de su comunidad si evitan la mutilación.

Con formación a madres, a padres, a líderes religiosos...a toda la sociedad para que desde aquí, desde allá, desde cualquier lugar del mundo, gritemos NO a la mutilación genital. Sin peros.

 

Porque gritar no es síntoma de debilidad, como le dijeron a Asha de niña. 

Gritar nos arma.

Gritar nos conecta con quienes escuchan y hacen suyo ese grito. 

Que nunca es de otra. La otredad no existe.

Porque cuando tocan a una, nos tocan a todas.