La noche del 21 de enero en la Ciudad del Corcho y con motivo de la festividad de su patrón, que se celebra al día siguiente, San Vicente Mártir, tienen lugar “los fuegos” o la “mascarrá”, una celebración vinculada al martirio del santo en la que se utilizan las hogueras como elemento de purificación y para empezar el año con buen “pie”. Los chicos y chicas de cada plaza se juntan para traer la mayor cantidad de ramajos posibles, compitiendo entre plazas para ver quien hace la hoguera más grande. También se aprovecha para quemar muebles o enseres viejos de las casas. La tradición manda visitar todas los fuegos y en cada una con un tapón de corcho clavado en un palo largo, acercarlo al fuego para que este se tiña de negro y de esta manera poder “mascarrar”, en la cara, a todo el que se acerque a nosotros. Este lunes la fiesta ha continuado con la Eucaristía y una paella popular para todos los vecinos
