Por cada estrella que triunfa en el fútbol hay cientos de sueños rotos detrás. Historias como la de Gabriel Mendy, que con 15 años compartía equipo y vida en La Masía con Iniesta, Messi o Piqué y que ahora, con 35, juega en el Oliva de la Primera División Extremeña y vive en Villanueva del Fresno.
Nació en Senegal, llegó a España con 14 años y se instaló en Roquetas de Mar (Almería). Allí se lanzó a jugar al fútbol en la calle y tanto era su talento que en apenas un año los mejores equipos del país pusieron sus ojos en él. "Mi padre tenía firmado un precontrato con el Real Madrid, pero llegó el Barcelona y me dijo que fuera a La Masía a hacer unas pruebas. Fuí y ya me quedé allí", cuenta Mendy. "Fue llegar y besar el santo, en un año había conseguido fichar por uno de los mejores clubes del mundo", sentencia.
En su llegada a La Masía vivió todo un sueño. Allí coincidió con una hornada de grandes futbolistas y se adaptó a la perfección sin embargo un obstáculo se cruzó en su camino. "Sacaron una ley por la cual no podían jugar en División de Honor extranjeros que no llevaran al menos cinco años en España. Podía entrenar pero no jugar, era frustrante", expresa. Durante seis años vivió en esa difícil situación y más de una vez pensó en abandonar y volver a casa con su familia.
En esos años en Barcelona llegó a debutar con el primer equipo del Barça en un amistoso en Lleida donde empataron a tres. Con la llegada de Joan Laporta a la presidencia, se decidió dar la baja a jugadores que no pudieran jugar para no frenar la progresión de jóvenes talentos que venían por detrás como Pedro o Busquets, que años después debutarían de la mano de Guardiola en el primer equipo. Gabriel Mendy fue uno de los afectados y dijo adiós al Barcelona. "Ese fue el fin, fue duro despedirme sin tener la posibilidad de demostrar".
Con su marcha del Barcelona él siguió jugando al fútbol pero nada volvió a ser lo mismo. Inició un periplo por clubes de Almería como el Roquetas, el Almería B o el Vera y después vendría a Extremadura de la mano de Agustín Izquierdo para jugar en el Jerez. Del Jerez pasó al Sporting Villanueva y aunque un año después se marchó al Vera, volvió a tierras extremeñas al enterarse de que sería padre. "Ese niño me necesitaba a mí y yo le necesitaba a él", expresa.
Desde 2009 Gabriel Mendy vive en Villanueva del Fresno y compagina trabajos en empresas de la localidad con jugar al fútbol en clubes como el Racing Valverdeño, el Cheles o el Oliva, en el que milita desde la pasada temporada. "No sé hasta cuándo pero de momento quiero seguir jugando al fútbol. Algún día podré contarle a mi hijo que yo jugué en el Barcelona", sentencia.