Su historia es una de esas de superación y esfuerzo que esconde nuestro fútbol modesto. El entrenador del Athletic Valle de la Segunda División Extremeña, Iván Gómez, sufrió a los 17 años un trágico accidente que le dejó en silla de ruedas de por vida. El fútbol se convirtió más que nunca en su pasión y en su motor de vida: "Desde que tengo uso de razón quería ser entrenador", asegura. Y tras muchos años de esfuerzo y dedicación, Iván vio cumplido su sueño de entrenar al equipo de su pueblo, Valle de la Serena.
El pasado domingo un equipo de esta casa acompañó a Iván Gómez al partido de su equipo, el Athletic Valle, contra el Siruela. Allí pudimos comprobar lo complejo que es para una persona con discapacidad trabajar en los campos de nuestro fútbol modesto. De hecho, no pudo acceder al vestuario y por tanto tuvo que dar las charlas de antes del partido y el descanso en pleno césped. "No es algo muy costoso y sin embargo los clubes tenemos la posibilidad de habilitando nuestros campos para las personas con movilidad reducida impulsar un gran avance", asegura el presidente del club José María Caballero.
El Athletic Valle consiguió ganar su partido contra el Siruela por 2-4 gracias a una épica remontada en los minutos finales. Con esos tres puntos, son terceros del Grupo 4 de la Segunda División Extremeña y mantienen muy vivas sus opciones de ascenso. Al frente de ese reto, de ese objetivo y de ese sueño, Iván Gómez, un entrenador sin barreras.