El Extremadura aún no conoce la victoria en las cuatro jornadas disputadas tras la reanudación liguera y el objetivo de la salvación cada vez está más lejos. Actualmente se encuentran a 7 puntos de salir de los puestos de descenso y restan 7 jornadas por disputar.
Pese a lo que evidencian los números, Kike Márquez, uno de los pilares en el conjunto azulgrana sigue creyendo en el objetivo. "No hay que engañar a nadie, está difícil pero aquí en el vestuario no se rinde nadie". El de Sanlúcar de Barrameda arrasta una lesión desde el pasado mes de febrero que le impide rendir a su máximo nivel pero aún así considera que "no puedo permitirme el lujo de estar fuera del vestuario en esta situación, quiero ayudar lo máximo posible".
El próximo domingo tienen una nueva final frente al Fuenlabrada. Un partido en el que la victoria se antoja de vital importancia para mantener con vida el sueño azulgrana de seguir una temporada más en el fútbol profesional.