Llegó en verano con el objetivo de estabilizar al Mérida en la Primera Federación... y ha superado todas las expectativas. Sergi Guilló es uno de los grandes nombres de la temporada y queremos conocer qué hay detrás de su éxito.
Nuestro compañero David Briz ha compartido un día con él en el Estadio Romano, para que nos cuente su método de trabajo.
"Sobre las 8:30 ó 8:45 suelo estar por aquí, y a las 9:30 tenemos la reunión con los fisios para que nos informen"
A las 14:00 se va a casa, descansa un poco, a las 17:30 o a las 18:00 está de vuelta en el tajo, y hay días en que "me voy muy tarde".
"Muy estudioso, no sé si perfeccionista, pero le echo muchas horas al análisis para tener controlado lo que pueda pasar en el partido"
Cuando era segundo entrenador era mucho más protestón, mientras que ahora "lo he ido mejorando" y sólo le han sacado dos amarillas esta temporada.
Plan de trabajo
En cuanto al sistema, suele apostar por el 4-2-3-1, aunque "me ajusto al rival". Y aunque "normalmente no me gusta utilizar cinco defensas como tal", puede usarlos si es necesario.
"El plan de partido casi siempre es el mismo: apretar arriba, intentar ser protagonistas con el balón, salir jugando con él"
Su equipo está formado por cinco personas: segundo entrenador, entrenador de porteros, preparador físico y analista, además de él. Los primeros días de la semana son en los que "más tiempo gastamos en ver al rival", con informes y vídeos de resumen para "saber qué nos viene mejor para atacar y para defender".
"Soy una persona muy cercana, soy un entrenador bastante joven"
"Pienso que el entrenador tiene que marcar una raya con el jugador", dice Guilló, y "le doy mucho valor a lo mental, a que el jugador se sienta importante".
"Siempre me gusta ir más con el débil que con el que está jugando más, estar con el que lo está pasando mal, darle un detalle"
Además explica: "Intento prepararme las charlas para dar un discurso motivacional y casi siempre lo llevamos a un mensaje de unión, de grupo".
¿Su objetivo?
En resumen, está satisfecho con su trabajo en la capital extremeña: "Creo que he venido al lugar indicado", asegura, aunque reconoce que echa en falta a su familia.
"Hemos ido paso a paso, hemos ido creciendo, y claro que tenemos que soñar"
Si lograra meter al Mérida en playoff, tiene clara su meta: "Intentar subir, eso es lo que prometo, yo no voy a ir a un playoff a jugarlo como si el objetivo estuviera cumplido".