Desde el corazón del Nuevo Vivero se erige uno de los pilares fundamentales del Club Deportivo Badajoz. Como diría la canción, por el club han pasado jugadores, entrenadores y presidentes, pero Ángelito, el utillero del primer equipo, siempre ha estado presente.
Ligado a los últimos éxitos del club, Angelito ha vivido ascensos de categoría de todos los colores. Celebraciones por todo lo alto, que en nada se quedarán si el equipo logra volver al fútbol profesional. Y es precisamente con ese hito con el que sueña. Por ello, la concentración, asegura, es máxima. Desde los jugadores, hasta ellos, los utilleros.
Junto a Ricardo, su mano derecha, procuran que no les falte nada a la plantilla. El propio Ricardo asegura que, de Angelito, ha aprendido sobre todo a tratar con los jugadores en el día a día.
Un cuidado que los propios jugadores devuelven con cariño hacia aquellos que, desde la sombra y alejados de los focos, también escriben la historia del club.
Una historia que busca su capítulo dorado. La vuelta del equipo al fútbol profesional. Y desde las tripas de ese vestuario, de la mano de quien conoce mejor que nadie a la plantilla, el propio Angelito nos confirma que los jugadores "están como motos". Nervios y ganas de que llegue la finalísima del sábado.
Ascenso o no, el Badajoz se mantiene y mantendrá firme en sus raíces. Las que le han llevado a lo que hoy son. Unas raíces asentadas en la tierra gracias al amor por los colores de gente como Angelito y Ricardo.