El alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, y el presidente del CD Badajoz, Joaquín Parra, firmaron el convenio para la cesión del estadio de fútbol Nuevo Vivero al club blanquinegro, instalación en torno a la cual se proyectan distintas innovaciones y nuevos usos. La formalización llega después de que el pleno municipal aprobase este convenio a principios de diciembre, tras meses de negociaciones entre ambas partes.
El convenio recoge la cesión por cuatro años, prorrogables, pero con una cláusula que hará que se impulse una concesión administrativa hasta 2095. Esta fórmula, similar a la utilizada en casos como el estadio La Romareda de Zaragoza, permite habilitar esta cesión en consonancia con los requisitos a los que obligan las distintas normativas públicas en este ámbito.
Importancia de la cesión
Tanto Fragoso como Parra han destacado esta cesión y la “importancia” que supone este paso dentro del objetivo del equipo de aspirar a cotas aún más altas, con la mira por el momento fijada en subir a Segunda División. El primer edil ha recordado que el estadio es patrimonio municipal y “así lo seguirá siendo”, y dentro de esta premisa se trabaja para que en un futuro incorpore, por ejemplo, iluminación LED o tecnología para la mejora de las retransmisiones.
Por su parte, Parra ha destacado las reformas que se pretenden llevar a cabo para hacer aún más importante al estadio y al equipo, proyecto dentro del gran objetivo de ascender de categoría. Entre las pretensiones del futuro proyecto se encuentran que el estadio pueda realizar conciertos o contar con espacios de ocio. Parra ha pedido ayuda a los partidos políticos y administraciones dentro de estos objetivos “para hacer al equipo aún más grande”.