La historia de Cristo Medina con el Cacereño viene de lejos. Un relato de un jugador que ha estado sondeando durante varios años su fichaje en Cáceres, aunque nunca se ha llegado a completar. Y ahora se ha convertido en un auténtico verdugo para los cacereños.
En la temporada 2018-19 Cristo llegaba para ascender al Mérida a Segunda B y su principal rival por el ascenso en Extremadura era el Cacereño. El delantero le hizo dos goles a los verdiblancos en ambos encuentros y logró su objetivo.Tras esta temporada y al lograr el ascenso con los romanos, Cristo tuvo la opción de vestir la camiseta cacereña, pero eligió irse al Villanovense. Justo en el final de esa temporada, con la pandemia de por medio, su gol en la final por el ascenso frustró los planes del Cacereño y los dejó otro año más en Tercera.
Pasaron dos temporadas sin verse las caras y Cristo volvió a encontrarse con los verdiblancos en el día de ayer, esta vez con la camiseta del Montijo y el delantero no falló. Cuatro goles y dos ascensos frustrados que le dejan como la principal bestia negra del Cacereño de los últimos años.