Era el derbi de las urgencias y quedó claro: partido de infarto en el Vicente Sanz (2-2). El inicio fue un toma y daca en el que el Don Benito salió vencedor con un gol de Abraham Pozo llegando desde segunda línea. Ese 1-0 fue un chute en lo anímico hasta el punto de que los calabazones se adueñaron del encuentro y se quedaron cerca de aumentar el marcador antes del descanso.
Precisamente, cuando los equipos encaraban el túnel de vestuarios, el técnico local Juan Carlos Gómez fue expulsado tras un rifirrafe con Manuel Bonaque. El propio Gómez comentó en rueda de prensa que el árbitro interpretó una supuesta intención suya.
En la segunda parte, todo cambió a raíz de una expulsión. El central rojiblanco Lolo Pavón dejó a los suyos con diez al ver roja directa por un supuesto codazo a Nacho González antes del lanzamiento de una falta lateral. Justo en la acción que precedía a dicha falta, los locales pidieron roja directa a Nacho González por una dura entrada sobre Abraham Pozo.
Con un jugador más, el Mérida se fue con todo a por algo positivo y se encontró con el empate por medio de Álex Herrera en propia puerta. El lateral pacense no estuvo acertado a la hora de despejar de cabeza. A siete minutos del final, el Mérida hizo la remontada desde los once metros por medio de Lolo Plá. Un penalti que fue enormemente discutido por el Don Benito ya que consideran que el derribo de Johan Montes se produjo al chocar con su propio compañero Lolo Plá (en lugar de con Manu Miquel).
Con siete minutos por delante, los de Juan Carlos Gómez se fueron con todo al ataque y obtuvieron su premio gracias a un tanto de Raly Cabral desde dentro del área que desató la locura en el Vicente Sanz. Además, el segundo entrenador local, José Ortega, también acabó en la grada por protestar a pocos minutos del final.
Don Benito-Mérida: derbi de necesitados