El Diocesano ha vivido una aventura durante la 2022-2023 que, hasta hace muy poquitos años, podía parecer utópica. Un club que siempre ha tenido como principal apuesta su fútbol base, ha visto como su primer equipo competía en Segunda RFEF. Es cierto que el viaje por la Segunda Federación ha sido muy breve. El pasado domingo ante el Coria, el club consumaba su descenso a Tercera solo un año después de ascender de categoría.
"Lo del domingo fue una pequeña decepción, pero analizándolo fríamente ha sido un año inmejorable", explica Alfonso Abreu, presidente del club. Y es que no solo han competido por primera vez en una categoría superior a Tercera, sino que, además, eliminaron de la Copa del Rey al Real Zaragoza y se vieron las caras con el Getafe CF.
"Somos un colegio y para nosotros, simplemente el hecho de estar ahí, ya es algo muy importante", señala. El máximo dirigente del club reconoce que han tenido que modificar ciertos aspectos de la estructura del club para adaptarse a las exigencias de la categoría, pero a pesar de ello, la esencia siempre ha sido la misma.
La apuesta por la cantera va a seguir siendo la principal apuesta del club. Con esa filosofía, la próxima temporada tratarán de volver a ser punteros en nuestra Tercera.