El técnico del CD Badajoz, Luis Oliver, ha salido al paso de las críticas tras el empate a dos de su equipo frente al Diocesano el pasado domingo. Oliver asegura que si pierde o empata el Badajoz contra el Arroyo será su último partido en el banquillo: "Un club como el Badajoz no puede estar un mes entero sin ganar y el partido del domingo es una final para nosotros, para seguir arriba y, sobre todo, para resetear mentalmente de estos tres partidos tan malos que llevamos".
"Para el club y el equipo es una final y para mí puede ser el último partido"
"Si se gana, haré como que me he ratificado, si no, no. Tengo poca escapatoria, hay que darle un giro y me tengo que marchar. Para el club y el equipo es una final y para mí puede ser el último partido", añadió Oliver.
El técnico asume la responsabilidad de los malos resultados como entrenador. "Si el equipo no sale con la actitud adecuada es porque no le sé transmitir la importancia de las cosas", o "si los jugadores no dan para más, yo he hecho el equipo también". "Esto es un juego coral en el que el que dirige la orquesta soy yo", sentenció.
Sobre el ambiente en el vestuario, Oliver afirmó: "El ambiente es bueno, ellos son jugadores profesionales; en la élite no hay tonterías. Aquí cada uno viene llorado de casa. Cada uno sabe lo que tiene que hacer y hay que tomar decisiones, si yo mismo pongo mi cabeza en bandeja de plata que soy el máximo responsable, imagínate el resto".
El trato del club a los jugadores es "exquisito"
Ante los rumores de toque de atención o sanción a varios jugadores por salir de fiesta, ha reconocido que no ha habido sanciones, pero que se ha gestionado de puertas para adentro. Se trata de una cuestión de responsabilidad: "Hay conductas que no son apropiadas, no tolerables". El trato del club a los jugadores es "exquisito", ha asegurado.
Sobre la futura llegada al club de Juan Marrero como entrenador, asegura que no llegará porque está entrenando al Don Benito.
