23 Marzo 2021, 14:19
Actualizado 23 Marzo 2021, 14:19

Placeat pone en marcha un nuevo proyecto con el reciclaje de tapones de plástico y corcho y latas como motivación. Los usuarios los clasificarán y, en algunos casos, le darán una segunda vida. Instalarán contenedores en Plasencia, San Gil y otras localidades del norte extremeño y pretenden involucrar hasta una cincuentena de pueblos.

Un proyecto ambiental... y social

El hecho de que los usuarios de la residencia de Placeat en San Gil no hayan podido relacionarse durante un año por la pandemia ha sido el acicate para impulsar un taller de reciclaje. Con la colaboración de ayuntamientos, los primeros los de San Gil y Plasencia, instalarán contenedores para recoger latas, tapones de plástico y tapones de corcho.

Con ayuda de una empresa de hierros placentina que colabora de forma altruista recogerán los deshechos de los contenedores, los llevarán hasta sus instalaciones y allí se trabajará con ellos. Los tapones y el metal se venderán, los usuarios los clasificarán y también les darán una segunda vida creando desde macetas a juguetes.

El gerente de Placeat, Ramón Rubio, ha destacado que es un proyecto que surge de la adaptación a estos tiempos covid y que el resultado será muy beneficioso para los usuarios y la sociedad porque fomenta el reciclaje y cumple los ODS, Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Francisco Valverde, presidente de la institución ha destacado la importancia que tendrá para la economía de Placeat ya que todo el dinero que se obtenga revertirá en el proyecto y en el sostenimiento de estos talleres.

Según el director de la residencia de Placeat en San Gil, Jesús Ginés, esta semana se instalarán los primeros contenedores en Plasencia en el parque de la Coronación, la Isla y Placeat. La recogida la hará altruistamente una empresa de hierros placentina. El objetivo es que, al menos, 50 localidades del norte extremeño se sumen a la iniciativa en el futuro.