5 Agosto 2021, 11:22
Actualizado 5 Agosto 2021, 21:00

Álvaro Martín Uriol ha mantenido hoy a toda Extremadura en vilo con una magnífica carrera en los Juegos Olímpicos. El marchador llerenense ha mostrado un gran ritmo durante los 20 kilómetros, se ha mantenido en el grupo de cabeza hasta el kilómetro 17 e incluso ha liderado la competición en algunos momentos.

Solo el duro ataque de Stano, Ikeda y Yamanishi a falta de dos kilómetros y medio logró separarle del metal, pero el cuarto puesto queda para siempre en la historia del atletismo extremeño.

Tanto en Llerena, su localidad natal, como en Villafranca de los Barros, sede de su club CAPEX, han vibrado con la inolvidable actuación de Uriol.

 

Otro oro para Italia

Massimo Stano, con un historial fraguado en podios secundarios de Copas del Mundo y de Europa, devolvió a Italia el título olímpico de 20 km marcha al imponerse en Sapporo a los japoneses Koki Ikeda y Toshikazu Yamanishi, a los que doblegó en los dos últimos kilómetros.

Stano venció con una marca de 1h21:05, seguido de Ikeda (1h21:14), Yamanishi (1h21.28) y del campeón de Europa, Álvaro Martín (1h21:46), que encabezó la gran actuación española junto al subcampeón continental, Diego García Carrera, sexto con 1h21:57.

El mexicano Andrés Olivas, undécimo con 1h22:46, fue el mejor latinoamericano, justo por delante del ecuatoriano Brian Pintado, del brasileño Caio Bonfim y del colombiano Manuel Soto.

Diecisiete años después del triunfo de Ivano Brugnetti en Atenas 2004, la corona olímpica de la marcha corta regresó a Italia.

La prueba masculina de 20 km inauguraba la sede de Sapporo, escenario algo menos caluroso pero tan húmedo o más que Tokio, para la caminata y el maratón.

En el momento de la partida el termómetro marcaba 31 grados y la humedad era del 63 por ciento en el parque Odori, escenario del circuito de un kilómetro.

El equipo japonés partía con fundadas esperanzas de conquistar su primer título, sin descartar otras medallas e incluso un triplete con Tashikazu Yamanishi (campeón del mundo, invicto en dos años, marca personal de 1h17:15), Koki Ikeda y Eiki Takahashi

Yamanishi ha bajado cinco veces de 1h18, más que ningún otro. Y asumió sus galones. Pasó delante por el segundo km en 8:29, con el colombiano Eider Arévalo y los españoles Álvaro Martín y Miguel Ángel López a su lado.

Pero China, que hizo doblete en Río y ha ganado los dos últimos títulos (aunque ninguno de sus campeones estaba aquí), tomó la palabra en el cuarto km por medio de Kaihua Wang, tercero en la lista de todos los tiempos con 1h16:54, que se adelantó unos metros junto al indio Sandeep Kumar.

Yamanishi, con pasos breves y rápidos, rompió el grupo cuando tiró para cazar a los fugados. Con él sólo se quedaron una docena, incluidos los colombianos Eider Arévalo y Manuel Soto, Martín y García Carrera y el peruano César Rodríguez.

La persistencia de Yamanishi fue haciendo mella en el grupo perseguidor. Wang pasó por el km 10 en 40:55 con 10 segundos sobre Yamanishi y su compañero Ikeda, Arévalo, Stano, Olivas, García Carrera y Martín.

En el km 12 Wang fue alcanzado por el ocho perseguidor, formado por 2 japoneses, 2 españoles, 2 chinos, Stano y el ruso Vasiliy Mizinov, subcampeón mundial en Doha 2019, que poco después fue penalizado con dos minutos en boxes.

A partir del 13 Yamanishi se retiró de la cabeza, dejando la responsabilidad a Stano, Martín -titular europeo- y García Carrera.

La escuela española, con el campeón y el subcampeón de Europa al frente, necesitaba borrar la mala imagen que dejó hace dos años en los Mundiales de Doha. "Hay que levantar cabeza, en Tokio hay que liarla", fue el comentario de Álvaro tras el fracaso de Doha, donde terminó en el puesto 21.

Stano cambió en el 17, los puso en fila y poco después Yamanishi pegó un tirón brusco que descolgó a españoles y chinos. Stano fue el único que aceptó el reto de los japoneses. Los atacó, incluso, y descolgó a Yamanishi en el 18 para jugarse la corona con Ikeda en la última vuelta.

Su ataque sostenido, con zancada mucho más amplia que la de Ikeda, terminó por doblegar al japonés.