Fue el 10 de octubre de 2001 cuando la Asamblea de Extremadura aprobó la creación del Instituto de la Mujer de Extremadura y lo hacía sin el apoyo unánime de todo el arco parlamentario. Solo votaron a favor 33 diputados de los 61 presentes.
Alcanzar la plena igualdad con los hombres era el principal objetivo y para lograrla Josefa Caraballo se puso al frente de la institución. Los resultados tras dos décadas de historia, dice, ya son patentes. "Ya no se habla solo de la mujer el 8 de marzo... sobre todo se están aplicando políticas transversales tanto en educación, ámbito sanitario o policial, todo", ha explicado la que fuera la primera directora del instituto, Josefa María Caraballo.
Avances importantes también percibe la actual directora del organismo. Estela Contreras asegura que "la fotografía de la mujer extremeña en estos 20 años ha cambiado muchísimo". Y se nota sobre todo en política. Basta con comparar las imágenes captadas del Gobierno de Juan Carlos Rodríguez Ibarra de 2007 con la de Guillermo Fernández Vara de 2019.
Las mujeres presentes con Ibarra eran cuatro. 12 años después, ya con Fernández Vara como presidente, la foto es bien distinta. Siete son las mujeres con cartera, la mayoría.
Rostros femeninos también en la presidencia de la Asamblea de Extremadura. La preside Blanca Martín. Yolanda García Seco hace lo mismo en la delegación del gobierno de España en Extremadura, mientras que María Félix Tena hace lo propio en el Tribunal Superior de Justicia de la región.
"Un reto por delante es el de erradicar la violencia de género"
La mujer ha accedido a la política, a cargos de responsabilidad, comparten titularidad de las explotaciones y también pueden participar, por ejemplo, en competiciones deportivas en igualdad de oportunidades, pero aún queda trabajo por hacer. "Creo que un reto por delante es el de erradicar la violencia de género", dice la actual directora del IMEX.
Una preocupación que también comparte su antecesora en el cargo, Josefa María Caraballo que no duda en asegurar que "algo que a mí me preocupa mucho es que las jóvenes sigan siendo víctimas de la violencia de género. Todavía no se dan cuenta de que tienen un maltratador cerca."
De romper esa situación se encarga el Instituto de la Mujer de Extremadura. Cuenta con más de 40 trabajadores y tiene un presupuesto anual de más de 10 millones de euros.
