Los grupos de investigación AIRE y Análisis Químico del Medio Ambiente (AQUIMA) de la Universidad de Extremadura estudian las partículas de polvo sahariano y su incidencia en la calidad del aire y el medio ambiente. Y es que la región se encuentra en la intrusión sahariana más intensa de los últimos 15 años.
La institución académica ha informado de que lo llamativo de este fenómeno natural son los valores que se recogen estos días, que se han elevado muy por encima de la media hasta superar el límite legal establecido para la protección de la salud humana.
Excepcional calima sahariana
Los científicos de AIRE miden la radiación solar en determinadas longitudes de onda en las que no intervienen otros constituyentes atmosféricos como pueden ser los gases para realizar medidas de concentración de aerosoles que dan lugar al espesor óptico de aerosoles.
Los valores habituales de este parámetro durante otras llegadas de polvo desértico a Extremadura no suelen superar valores de 0,8, en tres ocasiones se han obtenido valores superiores de 1 y, en esta ocasión, alcanzan máximos de 3 y 4, según ha destacado la investigadora María Ángeles Obregón.
Por su parte, AQUIMA realiza la medida de los niveles de partículas en suspensión PM10 (partículas con diámetro aerodinámico inferior a 10 micras) y PM2.5, que son perjudiciales para la salud porque atraviesan todo el sistema respiratorio y llegan hasta los alveolos pulmonares, de donde pueden incluso transferirse a la sangre.
Esta excepcional calima sahariana interesa a los científicos porque proporciona datos claves sobre cómo se comporta la atmósfera y los efectos de estos aerosoles en la radiación solar terrestre.
Anteriores estudios ya indican que los niveles altos de aerosoles disminuyen la radiación solar y la temperatura, compensando los efectos de los gases de efecto invernadero y pueden tener algún efecto beneficioso sobre los suelos por aportación de micronutrientes como el fósforo.
Otro de los investigadores, Eduardo Pinilla, ha manifestado que es recomendable que las personas especialmente sensibles a problemas respiratorios tomen ciertas precauciones de protección personal como limitar la ventilación de los espacios interiores, evitar ejercicios intensos al aire libre o llevar mascarilla en exteriores.
La calima llega a su punto álgido para irse retirando poco a poco a partir de mañana
