El rebozado es una buena opción para ciertos alimentos, sobre todo para que los niños los coman mejor, pero generalmente absorbe mucho aceite y aumenta significativamente las calorías al alimento. Las soluciones para elaborar rebozados más saludables son básicamente tres. Elegir bien la materia prima a rebozar ( verduras, pescado blanco y carne magra como pollo o pavo) usar diferentes tipos de harina a la de arroz y evitar las frituras utilizando el horno como alternativa de cocinado que además aportará una textura crujiente por fuera menteniendo jugoso el alimento.
La tempura es una alternativa muy óptima que consiste es un rebozado muy fino y semitransparente, perfecto para verduras porque absorberán menos aceite.
Si prestamos atención a los tipos de harina, ¿Cuántos tipos de harina hay? Muchos, aquí solo exponemos unos pocos. Aunque lo convencional en casa es tener harina de trigo, es la menos aconsejable para cocinar. Está muy refinada y prácticamente ha perdido todas sus propiedades. Podemos emplear harina de maíz, de arroz, que en concreto es apta para celíacos y absorbe un 30% menos de grasa a los alimentos y conserva gran parte de la vitamina E y el magnesio. También podemos utilizar copos o harina de avena, si por ejemplo se desea dar una textura más crujiente al alimento. La harina de guisante, aunque es poco conocida aún, es muy beneficiosa. Tiene muy pocas calorías y es muy saciante, recomendable para el pollo o el pavo. Y estas no son las únicas harinas que existen, hay más. De garbanzo, de bellota...
Y por último, si además de freir sustituimos este método por el horno, las calorías se reducirán a la mitad.
Un consejo, en caso de optar por freir se debe optar por aceite de oliva por ser más estable y aguantar mejor la temperatura.