Se trata de la Fuente del Concejo y la Cisterna de San Roque, dos enclaves patrimoniales que ya podemos visitar y sin los que no se entendería la historia de la ciudad.
La fuente del Concejo es la más conocida y relevante de entre las históricas de la ciudad de Cáceres. Está documentada su existencia a finales del siglo XV, aunque se desconoce el origen exacto. Para su rehabilitación se ha recuperado el escudo histórico existente, se ha renovado la iluminación ornamental interior y exterior y se ha creado un circuito cerrado con bombeo, retorno y sensorización para su función ornamental.
No muy lejos de la Fuente se encuentra la cisterna de San Roque que se ubica en la torre de los Pozos de la muralla medieval y funcionaba como sistema seguro y protegido de obtención de agua durante los asedios que sufría la ciudad, al estar dentro del recinto fortificado. Tiene forma ovalada, con 2 brocales (originales) y dos troneras de luz (posteriores), y dispone de unos 6,5 metros de profundidad hasta la roca, con una capacidad máxima de almacenaje de agua superior a 130 metros cúbicos.
Los trabajos de adecuación para su visita turística han consistido, entre otros, en la limpieza general, el refuerzo y consolidación de la plataforma de la visita, la renovación del alumbrado, tanto interior como subacuático, para poder percibir la naturaleza del fondo de la cisterna, además de la instalación de cartelería divulgativa.
Además en Muévete, hemos aprovechado la ocasión para visitar otros dos enclaves muy importantes de la ciudad y que también han sido abiertos al público en los últimos años. Hablamos del oratorio de San de San Pedro de Alcántara y del popularmente conocido como “Palacio de las Cigüeñas”.
En el primero se encuentra en el interior de un convento de clausura de la plaza cacereña de la Audiencia, se encuentra el oratorio enfermería de San Pedro de Alcántara, declarado Bien de Interés Cultural.
Fue fundado por los Franciscanos Descalzos en 1668 justo en frente de donde se situaba el Hospital de la Piedad. La enfermería junto con el hospital eran los lugares principales de cuidados para la población de la época, más tarde, la capilla fue vendida y pasó a formar parte de la congregación Obra de Amor.
Mientras que la Torre de las Cigüeñas fue ordenada su edificación en el siglo XV por D. Diego de Cáceres Ovando.
Su fachada se compone de una puerta con largas dovelas en arco de medio punto, y sobre ésta, una ventana en arco conopial flanqueada por dos escudos con las armas de Ovando y Mogollón, todo ello enmarcado por un alfiz quebrado, con dos ventanas geminadas de arcos túmidos y mainel en mármol gris.
Destaca la torre por su gran altura. Es de planta cuadrada, con sillares graníticos en los ángulos y cuerpo superior saliente sujeto por ménsulas y coronado por almenas. Es la única torre que no sufrió el desmochamiento ordenado por la Reina Isabel la Católica.
En su interior tiene un patio flanqueado por cuatro galerías con columnas con arcos rebajados en planta baja y geminados con clave colgante en la parte superior. De este patio sale una escalera, que da acceso a la torre y que se abre en abanico alrededor de una pilastra gótica.
Hoy es sede de la Comandancia Militar de Cáceres.