Campanario es referente del flamenco en la región. Gracias a su peña flamenca se organizan festivales durante todo el año por los que han pasado grandes figuras.
La razón por la que esta localidad tiene tanta arraigo a este género es por el modo de vida. Se cree que es por la gran cantidad de tratantes de mulas, burros, caballos... que paraban camino de las ferias de Málaga, Sevilla, Córdoba o Antequera. Gracias a estar relaciones comerciales empezó la tradición flamenca de la localidad. Posteriormente surgió el cantaor Pepe el Molinero.
Pepe el Molinero era molinero en Zorita y fue el médico de esta localidad el que descubrió sus dotes artísticos, invitándole a que cantar en público.
Su carrera como cantaor empezó tarde, con 30 años, pero pronto destacó por su voz de falsete de lo que se llamó en su día la ópera flamenca y por una manera peculiar de cantar que pronto destacó entre los cantes de la época de tal manera que generó un tipo de cante propio, la atalanta de Pepe el Molinero, considerado hoy en día cante autóctono.
En Madrid se relacionó con los artistas de la época como Marchena o María Casado, una mujer pionera y extremeña, la primera en el toque de guitarra. Pepe se retiró a sus cincuenta años con cinco discos en su haber.
En su honor se juntaron las dos peñas que había en el municipio y crearon la actual Peña 'Pepe El Molinero' un "retiro espiritual" para todos sus socios.
Más de cien socios con una misma pasión que transmiten a las generaciones venideras.