Correr es un acto poético, y aún más cuando se toman árboles, aguas, piedras y nubes como testigos de una completa integración. Hay algo distinto en cada carrera por montaña. Si la prueba cae en abril y recorre la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos sucede además un pequeño milagro que complica y complace a corredores y organizadores. Esta no será una crónica de triunfos sino de esfuerzos, porque no permite esta competición ninguna decepción. 26 kilómetros con un desnivel acumulado positivo de 1500 metros. Se diría que el mundo entero estuviese hecho para la partida que se está jugando jugando allá arriba, en el estupor del dolor, de la belleza, del estallido del cuerpo; de volar, trotar, parar, seguir, acelerar, sufrir y gozar en plena naturaleza. Músculo, aire, tendones, cerebro… Es la gloria de Jerte.
El Lince 3.0: Carrera por la Garganta de los Infiernos
Viernes, 31 Mayo 2024