Esta semana, en Esta es mi casa, conocemos las viviendas de... Paloma, que buscaba una casa que convenciera a su marido para quedarse a vivir en Bienvenida. Un singular pozo ayudó en la decisión... De Víctor, que con 24 años se hizo esta casa para independizarse de sus padres... De Juanjo, que vive en pleno Parque de Monfragüe... y de César, que tiene una casa tradicional donde generaciones de alfareros han vivido y trabajado. La casa de Paloma, en Bienvenida, cuenta con mucha luz, espacios amplios y mucha vida. La guinda del pastel está en el patio, en el pozo que le regaló su tío, el maestro albañil campeón de Extremadura, José Antonio Guerrero. En Puebla de la Calzada, Víctor tiene una casa fraguada gracias a la fuerza de la amistad: el arquitecto y el carpintero son grandes amigos suyos. Apenas tenía 17 cuando empezó a ganarse la vida arreglando barbas y cortando el pelo. En Serrejón, Juanjo tiene su vivienda en una finca que se desamortizó al Monasterio de Guadalupe. Los primeros compradores, a su vez, la vendieron después para invertir en el entonces novedoso metro de Madrid. En la posguerra estuvieron por allí los maquis, hay una pared llena de disparos. Hoy la casa conserva casi íntegro su aspecto desde 1940. Por último, en Arroyo de la Luz César mantiene el oficio familiar de alfarero. Sigue trabajando en el mismo rincón de la casa en el que lo hacía su abuelo.
Con Ana Carretero y Ramón Gato.