Una casa con mil reformas, otra con un circuito de moto cross incorporado, un lagar rehabilitado como vivienda y otra que se limpia, se ventila, se abre y se enciende sola.
Esos son los hogares que veremos en Esta es mi casa esta semana.
En Don Benito, Virtudes y Obdulia nos enseñan la casa de su madre. Ella fue una gran luchadora que crio a sus siete hijos siendo viuda y trabajando como enfermera. Todo el dinero que conseguía lo invertía en ellos y en una casa que vivió incontables reformas. “Mamá, ¿qué tenemos hoy, albañiles o pintores?” Decían los hijos al entrar en casa. Laura y Jorge querían dar a sus hijos una infancia de pueblo y por eso cambiaron de trabajo y se hicieron esta preciosa casa en el pequeño municipio de Cristina. La vivienda es confortable y moderna y cuenta con espacios para la vida, para el trabajo y para el ocio. Llama la atención ¡un circuito de motocross en el patio! donde entrenan los pequeños. Destinado a bodega y al ocio, el lagar es un símbolo de la arquitectura tradicional de Madroñera.
Visitamos el lagar de los Arcos, propiedad de Keith Chapman, un británico afincado en Madrid, que compró junto a su esposa este antiguo y ruinoso lagar para cumplir con dos de sus sueños: vivir en mitad de la naturaleza y producir su propio vino de autor.
Y en Hervás nos encontramos con Elisa. Es arquitecta y tiene entre manos un proyecto cuyo protagonista es su propia casa. Se trata de un edificio prefabricado, pero lleno de personalidad y con una distribución “neuro accesible”: La casa se limpia, se ventila, se aclimata, se abre y se enciende sola. La casa del futuro ya existe y está en Hervás
Con Ana Carretero y Ramón Gato.