En 1998 se procedió a hacer una excavación habitual para la construcción de una vivienda y se encontraron el derrumbe intacto de una casa romana. El hallazgo de un trozo de cornisa marca el límite del techo y se pueden ver perfectamente detalles de las pinturas de animales y una rica policromía. Los colores los obtenían de piedras preciosas y semipreciosas, como el lapislázuli para el color azul. Gracias a las más de 260 piezas encontradas se ha podido reconstruir minuciosamente para transportarnos a la época romana. Esta excavación está abierta al público desde 2009 pero solo se puede disfrutar con cita concertada.
Este es el único mural de pared que se conserva en altura
Lunes, 5 Julio 2021