En Don Benito han celebrado una victoria que corta una racha de más de un mes sin ganar. Euforia en la grada y euforia en el campo, con la piña de los jugadores y con los gestos de rabia de Sebas Gil. Triunfo que da oxígeno, aunque no sirve para salir del descenso.
Un partido en el que el Don Benito no pagó el esfuerzo de haber jugado Copa el jueves. Buen arranque con una primera gran ocasión, que desbarató el meta del Antoniano. El partido cambió a los 37 minutos por la expulsión del visitante Guille Campos.
Tras el descanso, apretaron los locales, que se adelantaron con el gol de Oussama. La expulsión de Raly hizo que los visitantes se lanzaran al ataque en la recta final, y disfrutaron de una ocasión clarísima que acabó estrellándose con el palo.