Las parideras en el ganado ovino hacen referencia al periodo de tiempo comprendido entre el momento del primer parto de un lote de hembras gestantes y el parto de la última. Se trata de una antigua práctica que permitió al hombre explotar la ganadería en el medio rural, vigilando y controlando las ovejas y evitando con ello la rapiña de animales salvajes mientras parían.
Esta importante tradición ganadera se sigue practicando como antaño en muchas explotaciones extremeñas, que también se han ido adaptando a los nuevos tiempos.
Las parideras pueden prolongarse durante un mes, en jornadas en las que se multiplica el trabajo de los ganaderos debido a los numerosos partos. El objetivo es conseguir unos buenos resultados que permitan mejorar la rentabilidad de las explotaciones.