En nuestro viaje de hoy por los barrios extremeños, llegamos hasta El Poblao, un barrio humilde de Talavera la Real. Las primeras casas de colonos comienzan a entregarse en la década de los 70, pero no será hasta finales de los 80, cuando el barrio comience a construirse como tal. Una de esas primeras mujeres colonas fue Carmen, “la municipala”. A ella y a su marido, “Caparrata”, les tocó una parcela, donde construyeron su casita y criaron a sus cuatro hijos. La unión de los vecinos en aquellos primeros años fue decisiva para conseguir grandes mejoras para el Poblao y su gente. También conoceremos a Antonia, la Lina Morgan del barrio. Una mujer que disfruta disfrazándose y haciendo reír a sus vecinos y vecinas. Su personaje favorito es ella, Lina Morgan, pero su repertorio puede dar mucho más de sí.
Rubén es un joven del barrio que sufrió bullying desde pequeño. Esa situación le ha marcado, pero no le ha impedido alcanzar grandes metas y seguir viviendo, porque precisamente esa es su filosofía de vida, vivir, vivir y vivir, como a él le gusta y como él quiere. Ha viajado y trabajado en muchos lugares, pero siempre vuelve a su casa, a su barrio, a su hogar, donde se siente querido.
Y Miguel no solo es el hijo de Ángela, sino el hijo de todo el barrio. Tiene 47 años y síndrome de down. Un chico al que quiere todo el mundo y cuya discapacidad nunca ha sido un impedimento para disfrutar y formar parte de todo lo que se organiza en su casa y en las casas de todo el barrio. Su familia siempre apostó por su autonomía e independencia para que Miguel fuera uno más y no se sintiera distinto, ni diferente. Una persona que se ha ganado el cariño de todo el mundo y en su casa, como dicen, él es el tronco y toda su familia son las ramas que él mismo riega.