En una jornada de Viernes Santo triste para cofrades y fieles, otra vez la lluvia impidió anoche que las cofradías pudieran procesionar por las calles de Cáceres.
La Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro decidía, a pesar de las condiciones climatológicas, realizar el desfile procesional, con salida en la Ermita de la Soledad a las ocho de la tarde.
Pero los pasos duraron pocos minutos fuera del templo. Comenzó a llover con fuerza y, bajo la triste mirada de miles de fieles, los tres pasos volvieron a su ermita.
Incluso el Cristo Yacente tuvo que ser protegido con plásticos, para evitar que se dañara la talla con la lluvia.
Durante la rápida recogida, varios espontáneos le cantaban entre lágrimas. Ya a resguardo, las imágenes titulares recibieron un pequeño homenaje de todos los hermanos
Mañana de Viernes Santo desoladora en la Semana Santa cacereña