A la tercera fue la vencida. El Femenino Cáceres se proclamó ayer supercampeón de España de fútbol playa. Lo hizo en una final apretadísima ante el equipo que se había convertido en su bestia negra, Higicontrol Melilla.
No fue nada sencillo, tal y como se preveía, sobretodo teniendo en cuenta el precedente del día anterior en la final de la Copa Federación. Pero las cacereñas se levantaron de ese golpe moral de la mejor forma posible. María Corbacho adelantó a las cacereñas en el tramo final del primer cuarto con un disparo colocado con su pierna derecha. No duró mucho la alegría porque, nada más arrancar el segundo cuarto, las locales consiguieron igualar el choque. Todo parecía indicar que se llegaría a la prórroga, pero a falta de 55 segundos para el final, María Herrero se sacó un derechazo en una falta directa para desatar la alegría cacereña.
Alegría absoluta de un equipo que no ha parado de luchar hasta que ha logrado levantar un trofeo. Perdieron la final de la Primera División y de la Copa Federación (las dos ante Melilla) y en el tercer intento, nuevamente contra Melilla, pudieron resarcirse levantando la Supercopa de España.
