En un partidillo amistoso entre el filial y el primer equipo, Rodri Sánchez enamoró a Manuel Pellegrini. Así, casi sin esperarlo, el de Talayuela pasó de jugar en Tercera a asentarse en Primera División.
"Hay mucha diferencia. Es todo más táctico, tienes que estar muy concentrado porque el balón va muy rápido", explica Rodri. Pese al enorme salto de nivel, el extremeño se ha afianzado en el primer equipo y ha terminado la temporada con 15 partidos en la máxima categoría.
Su debut en la élite se produjo en un escenario inmejorable como el Camp Nou. "Ese día tenía el presentimiento de que iba a debutar. Nunca lo olvidaré".
Tiene 21 años pero su camino también ha estado lleno de dificultades. Antes de llegar al Betis, pasó por las canteras de Real Madrid, Atlético de Madrid, Espanyol, Barcelona y Deportivo de la Coruña.
Fue en el club verdiblanco donde encontró lo que necesitaba para que su talento brillara. "El Betis me dio la confianza que necesitaba. Además, estoy cerca de mi casa y la gente de allí es muy parecida a la de Extremadura", reconoce.
Ahora que sabe lo que le ha costado llegar, tiene claro que su futuro va a seguir ligado con el club de las trece barras.
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